El Carabobo Fútbol Club disputará este martes 13 de mayo, en Santiago de Chile, un partido clave que podría ser su última oportunidad para seguir soñando con la escena internacional en el segundo semestre del año. Con apenas un punto sumado en cuatro jornadas, el equipo granate ya no tiene opciones matemáticas de avanzar a los octavos de final de la Copa Libertadores. Sin embargo, aún conserva una posibilidad remota de quedarse con el tercer lugar del grupo A y así meterse en el repechaje de la Copa Sudamericana.
Solo sirve ganar
Bajo la dirección del técnico español Diego Merino, el conjunto valenciano se mide ante la Universidad de Chile en condición de visitante, en un duelo que será a matar o morir. Solo los tres puntos le permiten al Carabobo seguir con vida. Un empate o una derrota lo dejarían sin chances de acceder a cualquier torneo internacional en lo que resta del año.
Según el formato de la Conmebol, los dos primeros de cada grupo avanzan a octavos de la Libertadores, mientras que el tercero va al repechaje de la Sudamericana. El cuarto queda eliminado de todo, que es la posición que actualmente ocupa el Carabobo.
Cinco puntos de diferencia
Con solo una unidad en la tabla, el granate está cinco puntos por debajo del Botafogo, que marcha tercero con seis. La Universidad de Chile, rival de este martes, ya acumula siete. Es decir, el Carabobo podría llegar como máximo a siete puntos, lo que le permitiría superar al cuadro brasileño y alcanzar a los chilenos, dependiendo del diferencial de goles.
Luego de visitar Santiago, el equipo carabobeño cerrará su participación en la fase de grupos recibiendo al líder Estudiantes de La Plata, que tiene nueve unidades y está prácticamente clasificado a los octavos de la Libertadores.
Una hazaña cuesta arriba
Para lograr el milagro, el granate está obligado a sumar los seis puntos que quedan en disputa y, además, rezar para que el Botafogo no sume más de uno en sus próximos encuentros. Es una tarea complicada, pero mientras las matemáticas lo permitan, el cuadro criollo no bajará los brazos.
El partido de este martes podría marcar el final del recorrido internacional del Carabobo en 2025… o el inicio de una remontada histórica. La última palabra la tiene la cancha.