Antes que nada, la llegada de Jefferson Savarino al Botafogo en 2024 cambió el rendimiento ofensivo del club. El delantero venezolano de 28 años se convirtió rápidamente en un pilar del equipo y está en la etapa más madura y exitosa de su carrera.
En poco más de una temporada, Jefferson Savarino ha disputado 42 partidos, marcado 11 goles y dado 8 asistencias. Fue clave en las campañas que llevaron al Botafogo al Campeonato Brasileño y la Copa Libertadores da América.
Su influencia va más allá de las cifras. Internamente, el delantero es considerado uno de los líderes técnicos del equipo, con un papel importante también fuera del campo. Su consistencia e intensidad en el día a día lo han convertido en un modelo a seguir para los jóvenes jugadores.
Antes de llegar a Río de Janeiro, el delantero venezolano jugó en el Zulia FC de Venezuela, el Real Salt Lake de Estados Unidos y el Atlético-MG de Brasil, donde ganó títulos y adquirió experiencia internacional.
Sin embargo, fue en el Clube da Estrela Solitária donde logró un equilibrio entre el rendimiento individual y los logros colectivos, consolidándose como uno de los jugadores extranjeros más importantes del equipo en la historia reciente.

La consistencia, el liderazgo y los títulos sitúan a Jefferson Savarino entre los mejores jugadores del club
El estado de forma actual de Jefferson Savarino se considera internamente un ejemplo del éxito de la reconstrucción del Botafogo. Su adaptación al equipo y su estilo de juego ofensivo marcaron la diferencia en partidos decisivos, especialmente en la fase final de la Copa Libertadores de América.
Con contrato hasta diciembre de 2026, Jefferson Savarino demuestra una conexión con el club y su afición. Su rendimiento constante lo sitúa entre los mejores jugadores extranjeros del fútbol brasileño y refuerza el nuevo estatus del Botafogo en el panorama continental.