La selección nacional volvió a sumar de a tres en condición de local y sigue soñando en grande. Este viernes 6 de junio, la Vinotinto derrotó 2-0 a Bolivia en el Monumental de Maturín y alcanzó los 18 puntos en las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026. Con goles de Héctor Cuéllar en propia puerta y del capitán Salomón Rondón, los criollos se consolidan en la zona de repechaje internacional.
El combinado dirigido por Fernando “Bocha” Batista mostró solidez y carácter, dos virtudes que han sido sello del equipo cada vez que juega en territorio nacional. Bolivia, por su parte, se quedó con 14 unidades y se aleja del sueño mundialista.
Maturín sigue siendo un fortín
Tras el pitazo final, el seleccionador nacional no escondió su satisfacción por el rendimiento colectivo y la actitud mostrada por sus dirigidos.
— “Destaco el carácter que tiene este grupo cuando juega. En Maturín nos hacemos fuertes. Había que ganar y se logró”, expresó Batista en rueda de prensa, resaltando la importancia de hacerse respetar en casa y la conexión con el público oriental que llenó el estadio.
El martes, otra final
La Vinotinto ya cambia el chip y se enfoca en el compromiso del martes 10 de junio, cuando visitará a Uruguay en Montevideo. Un resultado positivo podría acercar aún más al combinado nacional a una histórica clasificación directa al Mundial.
— “Ya estamos pensando en lo que viene. Ayer vimos el partido de Uruguay, y desde mañana comenzaremos a preparar esa final”, agregó el Bocha, consciente del reto que representa enfrentar a la Celeste como visitante.
Una generación que ilusiona
La Venezuela de hoy cuenta con una camada de jugadores con talento, roce internacional y sentido de pertenencia. Nombres como Jefferson Savarino, Yeferson Soteldo y el propio Rondón lideran una generación que quiere hacer historia y romper con la estadística: llevar a la Vinotinto a su primer Mundial absoluto.
Con otra victoria en casa y la fe intacta, Venezuela sueña despierta.