El fútbol venezolano vivía un momento de transformación cuando Portuguesa FC anunció el fichaje de Jairzinho en 1977. Ídolo del Botafogo de Brasil y pieza clave en la conquista del tricampeonato mundial con la selección brasileña en 1970, el delantero llegó al fútbol venezolano para marcar un antes y un después en la historia del deporte en el país. En ese momento, Jairzinho ya era reconocido como uno de los mejores jugadores del mundo.
Sus logros a lo largo de su carrera confirmaban su estatus de estrella. Además del título mundial con Brasil, Jairzinho ya había conquistado el Campeonato Brasileño con Botafogo en 1968 y la Copa Libertadores con Cruzeiro en 1976, además de otros trofeos importantes.
Su impacto en el campo fue inmediato. En su temporada de debut con Portuguesa FC, anotó 23 goles en 16 partidos, siendo pieza fundamental en la mejor campaña de un equipo venezolano en la historia de la Copa Libertadores. El conjunto rojinegro finalizó en la tercera posición de la clasificación general, solo por detrás de Boca Juniors, de Argentina, y Cruzeiro, de Brasil.
El club también tuvo éxito nacional.
A nivel nacional, Portuguesa FC se consagró campeón de la Liga FUTVE y de la Copa Venezuela, consolidándose como el club más fuerte del país en ese momento. Tras su exitoso paso por Venezuela, Jairzinho dejó el equipo al año siguiente para regresar al fútbol brasileño.
A pesar de su salida, su influencia en el fútbol venezolano perduró. Su llegada ayudó a consolidar el país como un destino atractivo para jugadores de renombre, aumentando el nivel de competitividad del campeonato local. En cuanto a Portuguesa FC, el equipo solo logró conquistar dos títulos más después de la partida del astro brasileño.
Jairzinho continuó su carrera en Sudamérica con etapas en Jorge Wilstermann, de Bolivia, y Nueve de Octubre, de Ecuador, antes de retirarse del fútbol profesional. También tuvo la oportunidad de regresar al Botafogo, el club donde inició su exitosa trayectoria.