Desde su llegada al Botafogo en la temporada pasada, el venezolano Jefferson Savarino se ha consolidado como una de las figuras más importantes del elenco albinegro. A pesar del cambio en la dirección técnica con la llegada del entrenador portugués Renato Paiva, el protagonismo del «10» sigue intacto y más vigente que nunca.
En el duelo reciente frente al Carabobo FC por la Copa CONMEBOL Libertadores, Savarino volvió a brillar, demostrando por qué es considerado uno de los cerebros del equipo brasileño. Aunque no marcó goles, el maracucho fue pieza fundamental en el desarrollo ofensivo del Fogão, participando activamente en la generación de jugadas, repartiendo pases con criterio y moviéndose con inteligencia entre líneas.
Un momento clave del partido llegó cuando, tras una acción individual de Savarino superando la presión defensiva del conjunto valenciano, se originó la jugada que culminó en el segundo gol del Botafogo. Aunque la pelota terminó en los pies de Matheus Martins, quien definió con precisión, la jugada nació del talento del venezolano.
Después del compromiso, Renato Paiva no escatimó elogios hacia su número 10. “Parece que jugara con un dron en la cabeza, ve cosas que los demás no ven. Sacar a jugadores creativos de su zona natural es perder imaginación en el último tercio de cancha”, expresó el técnico lusitano.
Y agregó: “Savarino, en su zona, siempre va a recibir donde sabe hacer daño. Prefiero que él se mantenga en la zona de creación, mientras que Igor y Mastriani ocupan el área de definición. Lo demás es cuestión de hacer llegar la pelota a esos sectores”.
Buscando repetir la gloria del 2024
Actualmente, el Botafogo intenta recuperar el nivel que lo llevó a conquistar la Libertadores y el Brasileirão en 2024, donde Savarino fue figura indiscutida. Pese al inicio irregular de temporada, el venezolano ya acumula diez partidos disputados, con un gol y dos asistencias, confirmando que su influencia sigue siendo determinante en el engranaje del conjunto carioca.