Antes que nada, Miguel Navarro es uno de los laterales más consistentes de la generación actual de la Vinotinto. Nacido en Maracaibo, inició su carrera en el Deportivo La Guaira, donde debutó profesionalmente con apenas 18 años.
Su potencia física, velocidad y determinación para proyectarse en ataque lo convirtieron en una de las revelaciones del fútbol venezolano. En La Guaira, Miguel Navarro mostró una madurez prematura. Con el paso del tiempo, se consolidó como titular y participó en torneos internacionales.
En 2020, firmó con el Chicago Fire, de la MLS (Major League Soccer), donde experimentó una evolución notoria. Fue en el club estadounidense donde el lateral vivió su mejor momento profesional. En la MLS, Miguel Navarro disputó más de 100 partidos oficiales.
Además, acumuló asistencias y se convirtió en una pieza fija en la defensa. Su capacidad para recorrer toda la banda, equilibrando ataque y defensa, lo colocó entre los laterales más regulares del Major League Soccer.
En comparación con sus etapas anteriores en Venezuela o su presente en el Talleres de Córdoba, su desempeño en el Chicago Fire se destacó por continuidad, exigencia física y crecimiento táctico. Allí, enfrentó a atacantes de nivel internacional y adquirió la madurez necesaria para ser titular en la selección nacional.
Miguel Navarro: el pico de su carrera fue en Talleres
En 2024, Miguel Navarro dio un nuevo paso al fichar por el Talleres, de Argentina, buscando consolidarse en una liga más competitiva. Aunque su adaptación fue rápida, aún no ha alcanzado el nivel de influencia que tuvo en la MLS.
En Córdoba, enfrenta el desafío de mantener regularidad en un contexto tácticamente más exigente. Aun así, su experiencia en Estados Unidos marcó un antes y un después. En el Chicago Fire, Navarro se convirtió en un futbolista completo: veloz, disciplinado y confiable.
A los 25 años, el lateral zurdo continúa creciendo y aportando a la Vinotinto. Sin embargo, su mejor versión — la más sólida y determinante — sigue siendo la que mostró en el Chicago Fire, donde su talento encontró el equilibrio perfecto entre constancia y rendimiento.




